Hay que tener mucho cuidado hoy día en subirse al carro de la dadivosidad en Instagram y otras redes sociales menos marquetineras.
Porque dar y dar y dar todo gratis hasta el infinito no sirve para mucho. Salvo para nuestro ego, claro.
No sirve si, sobre todo, lo que buscás es transformar la vida de las personas.
Hoy más que nunca, toooodo el mundo comparte información, hace meditaciones online, organiza charlas y te habla de cómo ser fuerte en tiempos de…
Por ser tanta, de gran variedad y, sobre todo, gratis, pierde el valor.
¿Por qué?
Porque no hay un INTERCAMBIO JUSTO entre la persona que da y la que recibe.
Yo no digo, repito, que no haya que hacer alguna acción gratuita, de hecho más abajo hay algo de esto. Lo que pongo atención es a tener cuidado con el exceso.
Por eso, en estos momentos, es ultra necesario que tus energías estén bien enfocadas.
Yo tengo que elegir: ayudar a quienes me dan un like o a quienes confían en una transformación en serio.
Elijo lo segundo.